400 mates

Soy  #feminista  porque sufrí acoso desde los 5 años, porque en la calle a diario me acosan, porque a los 16 experimenté la violencia de género, los celos posesivos y el maltrato psicológico a mis 19. Porque a mis 26 por primera vez sentí qué era que no te reconocieran por tu trabajo por ser mujer. Porque reconocerme y aceptarme ha sido un proceso de años. Porque me duelen las mujeres maltratadas, v ioladas y asesinadas simplemente por ser mujeres. Porque hay hombres oprimidos y en condiciones de violencia y no son ayudados. Sino burlados. Porque busco la igualdad y dejar de ser juzgada. Porque busco respeto para todos. Porque aprendí primero a aceptarme, quererme y respetarme. Y así entendí de derechos, libertades y obligaciones. Aprendí a luchar desde mí sin tener que violentar a otro. Y porque aún sigo aprendiendo sobre todo. Porque también me equivoco. Porque jamás dejaré de aprender, porque los tiempos cambian, las verdades cambian. Y tengo derecho a cambiar, a fluir.

Soy la Lolita de Nabokov, la Lulú de Almudena, la Lisbeth de Larsson, la Amelia de Quierós, la Juana de Gioconda, la Tigra de La Cuadra, la Olga y la niña mala de Vargas Llosa Sígueme en Instagram: https://www.instagram.com/gabbypri04/ Sígueme en Twitter: https://twitter.com/GabbyPri Sígueme en Facebook: https://www.facebook.com/LosDelCerroEC/

Te pienso en la ausencia de esa calle que antes estuvo y que ahora no está. Que anda perdida por Lisboa esperando piratas. Que he arribado, con las botas sucias y el sable gastado. ¿Han llegado ellos ya? Que tengo listo el ron, los naipes y el acordeón. Y mi vagina que te espera. Zarpa el velero, nuestra calle anda perdida. Que en el próximo puerto ambos atracan y mi sexo los espera. Siempre soy yo en todas ellas.

Nunca se supo cómo llegó, en la taiga no crecen los tulipanes, es demasiado frío para una flor de ese tipo, que crece en los lugares cálidos. Pero ahí estaba ella, con su morado resplandeciente, en medio de pinos, abetos y robles. Pero también había alces, lobos y renos. Un reno, especialmente, quedó impresionado por aquella flor. La miró -por días- desde lejos, sin atreverse a acercarse a menos de cinco metros de ella. Pero un día, que salió el sol, el tulipán cantó una melodía yoik como muestra de amistad para el reno. Entonces, él decidió acercarse... la miró, la olió y le hizo una señal de saludo. - Hola, soy Rauni, ¿cómo te llamas? -se presentó el reno. - Nils, ¿por qué no te habías acercado antes? -interrogó sonriendo. - No sabía qué decir y me gusta admirar tu color desde lejos. - Me sentía muy sola, no conozco a nadie; ahora seremos buenos amigos. Nils y Rauni pasaban horas y horas conversando: él le contaba cómo es la vida en la taiga y ella le cantaba melodí

Instancia I Me causa hastío la invasión de tus pensamientos. Sé que son solo muchedumbre                                -inofensiva- navegando en aguas celofarraquídeas. Es tu cárcel mi bóveda graneal, pero soy yo quien es tu prisionera. Instancia II Bailaré violenta y bella                 sobre tu sexo. Giraré, giraré, giraré….     con las extremidades estiradas simulando ser tu poesía. Instancia III      III, I Es memoria                 (artificia e intangible) la imagen de mi canto épico, de muestra fraudulenta epopeya.      III, II Y nos quedan los sentidos     a tu sensibilidad y a la mía, pero son solo el reflejo de las sombras en el tálamo. Instancia IV Es tu forma esquizoide        la que tiembla en las comisuras                                de mis párpados. Es mi forma                 la que nunca                                duerme.

Entre tu sexo y el mío,                 un lobo estepario aninándose       en la efervescencia de nuestros genitales, con dirección al suicidio. El erial         que habita en su teatro mágico     emana de la            conjugación de  tu pene                   y mi vagina. Son cinco     las puertas de sino:          de lunes a viernes. El fin de semana,    todo es una sodomía. Lunes:         Sube y baja,      no son solo nuestros             cuerpos rectos,       es también            el ascensor en movimiento. Martes:           La brisa           entrometiéndose           en los espacios           del entrecruzar           de nuestras piernas.           Abajo solo queda el pavimento,           ni paredes ni techo,           solo el peligro. Miércoles:           En los graderíos gélidos           solo queda                            semen,                                     semen seco. Jue